miércoles, 28 de julio de 2010

Uno nota sobre el terrorismo


Terrorismo y gobierno fallido
Mireille Roccatti
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"Semper flamma fumo est próxima" **
En los últimos días el escalamiento de la violencia ha alcanzado -si ello es posible-, un último peldaño de la violencia social, en la cual el blanco no son los integrantes de las bandas contrarias o los agentes estaduales, sino que va dirigida a la sociedad misma para atemorizarla o volverla receptáculo de un claro mensaje de la inoperancia de la autoridad.
La explosión de un "carro-bomba" la semana pasada en Ciudad Juárez, es solo un eslabón más de la espiral de violencia social que parece imparable, entre los que podríamos enlistar, solo por citar algunos recientísimos, el granadazo contra un campo deportivo en Nuevo Laredo, la siembra de una bomba en un centro comercial en Tonalá, Jalisco o la segunda ejecución colectiva de jóvenes en Torreón. En la lista que podría ser extensa habría que tener presente las granadas explotadas en el Zócalo de Morelia y resultaría interminable enlistar las atrocidades que hemos testimoniado, como: la decapitación de miembros del Ejército en Nuevo León y Guerrero, la masacre de más de una docena de elementos de inteligencia en Michoacán, las cinco cabezas de unos decapitados aventadas en una discoteca en Uruapan. En ese mismo estado, los incontables decapitados y colgados en todo el territorio nacional, los fusilados por veintenas en Ciudad Juárez, o las centenas de "pozoleados" en Baja California.
Hoy presenciamos un estéril y falso debate, respecto de, si nos encontramos frente a actos que pudieran calificarse o no como terroristas. Conviene por tanto una brevísima reflexión al respecto. El terrorismo, es tan antiguo como la humanidad misma. Terrorismo es un derivado de terror, que proviene del latín terroris. En la Antigua Grecia, Ares, era el dios de la guerra quien tenía dos hijos: Phobos (Miedo) y Deimos (Terror).
El terrorismo, conceptualmente, es un conjunto de actos violentos usados para generar el terror (miedo y angustia) en las personas de un país determinado. El fin es alcanzar objetivos políticos, usando la fuerza en lugar de la razón y que provocan violencia y daño a personas inocentes. O bien es la actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y de modo indiscriminado, busca crear alarma social o temor entre la población, para convencer sobre la incapacidad de su gobierno de prevenir el terrorismo, obtener publicidad y aceptación para sus proyectos.
Los métodos que se utilizan en el terrorismo incluyen: daños físicos como la tortura, el secuestro y el asesinato. También usan las amenazas y la presión social. El daño a los bienes públicos y privados es otra forma de terrorismo en la que se usan bombas o se causan incendios. Hoy, una de las más comunes y a la vez más destructivas manifestaciones de terrorismo, son los atentados que tienen el objetivo de destruir blancos militares o policiales, o asesinar a las personas en forma masiva.
Por lo general, los grupos terroristas tienden a utilizar cualquier elemento que les permita lograr sus objetivos, con la mayor resonancia mediática posible. Desde luego cualquier similitud con lo que está pasando en México ¡es pura coincidencia!
Por otra parte, si hiciera falta, nuestro marco jurídico establece en el Código Penal Federal que comete el delito de terrorismo, quien: utilizando explosivos o armas de fuego, realice actos en contra de las personas, las cosas o servicios públicos, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo o sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad para que tome una determinación.
Por ello, afirmamos que es un falso y estéril debate, cuando el embajador de nuestro país en los Estados Unidos y el de ese país en México, declaran atropellando toda lógica y el más elemental sentido común que son hechos preocupantes, pero no actos terroristas. ¿Por qué no admitir que existe terrorismo en México?
Actualmente, es dable afirmar, que estamos frente a actos terroristas. La terca realidad exhibe la incapacidad del gobierno. Se percibe un gran vacío de autoridad. La autoridad de todos los ámbitos se encuentra totalmente rebasada. Es cierto que no se sostiene la afirmación de la existencia de un Estado fallido, pero si pareciera que estamos frente a un gobierno fallido. Un gobierno que frente al desastre de su política de seguridad publica se empecina en no revisar y adecuar su estrategia a todas luces equívoca. Un gobierno fallido, que ha perdido el control de buena parte del territorio, que lejos de lograr disminuir la violencia, esta ha crecido, que lejos de recuperar territorios, los sigue perdiendo. Un gobierno esquizofrénico que llama a un diálogo nacional para replantear la estrategia y después anuncia que ésta no cambiará. En fin, un gobierno fallido.
** "Siempre la llama está cerca del humo" ... Plauto
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Publicada en El Sol de México, 23 de julio de 2010






miércoles, 7 de julio de 2010

¡Hombre de color! de Jérome Ruillier

¡Hombre de COLOR!
Jérome Ruillier
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Yo, hombre negro, cuando nací, era negro.
Tú, hombre blanco, cuando naciste, eras rosa.
Yo, cuando crecí, era negro.
Tú, cuando creciste, eras blanco.
Yo, cuando tomo el sol, soy negro.
Tú, cuando tomas el sol, eres rojo.
Yo, cuando tengo frío, soy negro.
Tú, cuando tienes frío, eres azul.
Yo, cuando tengo miedo, soy negro.
Tú, cuando tienes miedo, eres verde.
Yo, cuando muera seré negro.
Tú, cuando mueras serás gris.
¡Y tú me llamas hombre de COLOR!